Si me dices que si, piénsalo dos veces,
puede que te convenga decirme que no.
Si me dices que no, puede que te equivoques,
yo me daré a la tarea de que me digas que si.
Si me dices que si, se fugará lo incierto,
y esa cosquilla en la panza cuando estás por venir.
Si me dices que no, te seguiré conquistando,
descubriéndote cosas que ni tú te conoces.
Dime que no y me tendrás pensando todo el día en tí,
planeando la estrategia para un si.
Dime que no y lánzame un si camuflageado,
clávame una duda y me quedaré a tu lado...