Los minutos pasan y la gente camina, respira, vive.
Pero en definitiva, ¿Qué es vivir? ¿Ser parte de esta gran trampa?
Todo este halo de felicidad falsa, sonrisas forzadas; pretender que todo está bien cuando en realidad cerramos los ojos y podemos percibir como todo se desmorona, todo lo que nos rodea se cae a pedazos.
Lo que nos mantiene activos en realidad lo hacemos para escaparnos de nosotros mismos, para ser parte de esta gran mentira, para ser otro eslabón mas de la cadena de hipocrecía.
Sabemos que en el fondo, por detrás de todo los problemas están pero es preferible por así decirlo ser indiferente.
Los sentimientos son burdas ilusiones que nos complican la vida, tarde o temprano todo se arruina, solo los proyectamos en nuestras mentes para hacer nuestras insignificantes vidas menos monótonas.
Pero lo que cuenta al final es... absolutamente nada, todo lo que alguna vez quisimos, lo que por alguna vez luchamos, a lo que nos aferramos se termina, desvanece, desaparece de un momento al otro, se acaba al igual que la vida.
Versión pesimista, extravagante y tal vez distorcionada de la realidad; no creo que todo sea así, nada mas quise delirar, es algo que escribí, te gusta bien, sino también, sinceramente no me interesa.